...ES, además de una corriente de la Psicología y de la Psicoterapia, una filosofía de la vida que sitúa al hombre, la humanidad, la naturaleza y el universo como un todo armónico, coherente y perfecto.
...INTEGRA las distintas áreas de la persona (intelectual, emocional, corporal y espiritual), ve un ser completo y tiene en cuenta cada aspecto y su influencia en el resto.
...CONSIDERA al hombre como ser dotado de todas las potencialidades necesarias para su completo desarrollo: todos somos capaces de cambio y de curación.
...ESCUCHA el síntoma en vez de eliminarlo para comprender su significado, descifrar su mensaje que nos conduce a la verdadera enfermedad, al lugar donde hemos encallado, al auténtico bloqueo. El síntoma es la voz del cuerpo que nos está hablando de cual es el problema, la alarma que nos indica que algo no está en orden, expresa aquello que no somos capaces de expresar conscientemente.
...NO CATEGORIZA personas enfermas o personas sanas: todos estamos necesitados, en una u otra medida, de encontrar la identidad perdida. Todos andamos en la búsqueda, nadie es más sano que otros.
...CONCIBE al terapeuta como un buscador, que habiendo recorrido el camino (y estando en ello) conoce y ofrece las herramientas necesarias en el momento que considera más oportuno. Es una persona que está a tu mismo nivel y te mira de frente, que llora y se ríe contigo y que te toca y no cesa de aprender del paciente”
(Extracto de las conferencias impartidas por Carlos Odriozola, Psicólogo, en las Facultades de San Sebastián y Málaga -1992, 1998, 1999- adaptado por Javier Ramírez)
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